Hay un universo enorme tras estas cuatro paredes que se expande sin remedio, sin saberme ni esperarme.
El mundo sigue girando y el tiempo no se detiene aunque yo, con mi tristeza, trate de ponerle freno.
Pero mi insignificante vida, como la de tantas otras, no detendrá la llegada
inexorable
del mañana.
Abene Rodríguez.