Carlos_90

INFIEL

Se impone el ardiente deseo de piel;

aquel que deshiela la adusta nieve;

que derrite la roca y la conmueve

y de austeros panales llora miel.

 

Arde y quema el apetito loco

como hoguera que a carne sonroja 

y el labil control mental deshoja

y sumerge en libido de sofoco.

 

Recorre el camino beso a beso;

prueba el néctar sacro de otra boca

sin mediar peligro su embeleso.

 

No se abstiene tomar otro aliento 

y saciar largas y fingidas fantasías

que lo dejan hastiado y sediento.