Dr. Salvador Santoyo Sánchez

MAR PROFUNDO

Y siempre llega después del calor,

la luz cegadora de ese verano,

azul preludio de rojo invierno

que se desgrana en el horizonte

desde el faro luminoso y lejano.

 

Lo inesperado se vislumbra,

en el océano celoso de la luna,

todos a ella la miran,

pero miradas a sus aguas

casi ninguna.

 

Así llega la conciencia

a veces yerta e instantánea.

Después de resucitar,

a punto de estar ahogándose,

en este mar profundo,

de seres inconcientes,

que como sonámbulos,

crecen y se reproducen.