Partió el sol, negras nubes son un mar
los rayos no anunciaron su salida
sin caricias la piel está dormida
se marchitan las flores en tu altar.
Los besos ya no tienen dulce hogar
buscan cobijo en brazos de una herida
que supura en la carne dolorida
en silencio quedó mi palomar.
Por río de lágrimas yo navego
a deriva, viajando en soledad
entre las brasas que antes eran fuego.
Ya no puedo engañar a la verdad
y admitir, me perdí en un amor ciego
que feroz, doblegó mi voluntad.