Las tardes son alargadas,
llenas de rocío y silencio;
se deslizan las horas
y se empodera el ocio.
Desdoblados mis pensamientos,
se agolpan los recuerdos
ataviados de luz y canto,
y mi amor va parafraseando.
Sublime es colgarme de tus labios,
adosarme en tu regazo
y sentirme que redivivo en tus suspiros.