DOMINGOS DE MISA
En la bruma rosada del alba,
Se despierta mi pueblo con fervor,
Con las campanas al viento,
Anunciando la misa, su clamor.
Las calles de piedra en sepia,
Vibran con pasos suaves,
Ancianos con miradas sabias,
Niños con risas y cantares.
El aroma de incienso y de rosas,
Se entrelaza en la plaza central,
Donde el silencio reposa,
Y la fe se hace ritual.
El padre, con voz solemne,
Guía a su rebaño en oración,
Mientras en el coro resuena,
Una antigua y dulce canción.
Manos juntas, almas unidas,
En la pequeña iglesia colonial,
Entre murallas de historias vividas,
Recuerdos de un tiempo ancestral.
Los feligreses, corazón en mano,
Ofrendan sus sueños y penas,
Bajo un techo de caña y arcano,
En la misa de un pueblo que en sí sueña.
Al final del sermón y del canto,
Se dispersan por senderos de historia,
Llevando en el alma el encanto,
De un domingo grabado en la memoria.
Así es la vida en Cusco,
Con fe y tradición en la vida,
Donde cada misa es un nexo,
Con la cultura que en nosotros vibra.
Autor CORAZÓNBARDO © LuisApazaHuallpa