el brujo de letziaga

¡Puta España!

Un surco de hambre está siendo arado
en la nueva ciudad,
debido al fracaso de los mayores.

 

Los niños juegan y los jóvenes se besan,
y nada conocen
de la ruina que les espera.

 

Ellos caminan sin pisar la tierra,
y su felicidad es el atributo de los inconscientes.
Como en el envés del verso de Lorca.

 

Y algún día dirán ¡Puta España!
Desde la necrosis del óxido de las grúas
en la gárgola de su patria.