En un dia de luna llena
cuando caminaba solitario
en el sendero encontro
a una bella dama.
Miro sus ojos
con su mirar penetrante
su sonrisa contagiosa
y su andar con un vaiven
elegante y suave de caderas.
Ella... la de las blusas floreadas
la de las polleras coloridas.
Ella... con sus aretes de la suerte pendiendo
con sus collares vistosos dorados
y sus pulseras resplandecientes bajo la luz de la luna.
Sus miradas... se cruzaron
la sonrisa, compartida
y un breve saludo sello su amistad.
Pero... sus manos se buscaron,
mientras sus ojos penetraban en sus entrañas,
y sus manos... se entrelazaron.
Sus cuerpos se acercaron
se fundieron en un tibio abrazo,
sus labios se buscaron
sus bocas se unieron
en sun largo, fogoso y dulce beso
EL BESO DE LA GITANA.