Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
Es fácil decir \"eres egoísta\",
pero ¿cuántas veces me extendiste la mano a mí?
Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
En este mar de expectativas,
¿quién me ofreció un puerto, un refugio, un sí?
Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
He dado tanto, tanto de mí,
que ahora apenas queda lo que solía ser feliz.
Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
Es momento de recoger los pedazos,
de encontrar mi voz, de seguir mi latir.
Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
No es egoísmo, es supervivencia,
es la llamada urgente de mi propia existencia.
Hoy no quiero salvar a nadie,
hoy necesito salvarme a mí.
Mañana tal vez, con fuerzas renovadas,
pueda extender mi mano con calma y sin fin.
Pero hoy, solo hoy,
necesito salvarme a mí.