Confieso que me gustas, pero antes de ahuyentarte quisiera explicarte mi emoción.
De alguna manera me gustas, me gustas sin explicaciones, me gustas porque si, porque solo mi corazón elige la ternura del tuyo, eligen tus manos luchadoras, que han sostenido mi fiebre y mis tristezas.
Son tus ojos mi pan de cada día, y quisiera tu orgullo y tú dignidad, hacerlos tu lugar seguro así como el mío son tus abrazos sinceros, y aca me ves sosteniendo tu rostro mientras mis palabras acechan tu alocado corazón.
No sé que tendrá tu nombre, ¿son tus letras? tienen la manera perfecta y adecuada de hacerme temblar cada que lo escucho, o cada que te llamó por él, o cada que me recuerdas el origen de tu nombre, me importa cada detalle, porque de alguna forma te atraería a mi alocado mundo.
Y es que mi mundo no sería alocado si no estás a mi lado, si tan solo tocarte el rostro como lo estoy haciendo en este momento me tiene tan feliz, me das una esperanza con tan solo verte sonreír.
Ya que la noche se convirtió en mi testigo de todo lo que te estoy diciendo, cada que se haga de noche yo estaré aquí, en este mismo lugar, sediento de nostalgia y ardiendo de amor.