Busco la otra mitad en la noche
de la soberania de mi sentido;
en la frontera no es permitido
perder en la mañana de derroche.
Otra parte de mi ser es reproche
de olvidar lo que no he vivido;
de perder lo que había tenido
y llorar sin lágrimas como broche.
El resto de mi pensamiento ido
no llena el negro mar agitado
cuando traté de fingir lo fingido.
Queda rezago de corregir errores
en la mente austera solapada
que cura lento todos sus rencores.