Tu hermosura
coincide amor,
con el rumor
radiante de la bella
Afrodita.
No es casualidad,
es preciso pensar
que por heredad
esas cualidades
residan en el
manto níveo
de tu piel de mármol,
en la curvas
de tu cuerpo
que hacen cantar al sol,
en tus labios que
proyectan en mi,
el bienestar
del jardín luciente.
Delicada facción,
que incorporan
tus ojos de mirar pesado,
escondiendo secretos
de un profundo lago.
Hermosura que existe
como fuerza fundamental
de mi mundo.
Mujer, Diosa
tu punzante hermosura
con forma de flecha
que se dirige
a mi corazón
cada vez que te veo.