Tomás Osorio del Río

El cadáver de la tortuga

Mi buena amiga muere
bajo el agua,
siendo estatua,
quieta donde prefiere,
en su acuario.

 

Se muere la tortuga
siendo usuario
en su locura.

Se muere la tortuga
siendo cura
del mal fario.

 

Se muere…
mi buena amiga
se muere…

 

Bajo el agua de este pozo
siendo estatua en calabozo,
y quieta, donde la muerte prefiere,
en su acuario.

Y recojo su cadáver
en dos manos que humedecen
ante escamas que decrecen
más que ayer.

 

Y el ayer se vuelve ahora
en un rostro masacrado,
por la piel desescamada
que en sí mora.

 

Se muere…
mi buena amiga
se muere...

 

Bajo el llanto de un abismo
siendo inerte en su organismo
y …
Aun así…
piensa en muerte que camina,
que menea su colita
y que ella vive, aunque no puede,
en su acuario.