Cuando no hay más que expresarnos,
tu misteriosa forma se amalgama,
partículas danzan en el aire,
en el aire de tu voz,
vagando, remando en espiral.
Cuando no hay más que decirnos,
se abren al aire vacíos,
que juntos podemos respirar,
extendiendo el después,
haciendo eterno el placer,
de una mirada frente a otra,
esfumandose.
Cuando no hay más que decirnos,
soy paisaje de tu mundo,
cerca de su atracción,
tropiezo con mis manos,
serpenteo la razón,
dudando de todo lo decidido,
el tiempo se estira y me olvido,
calido olvido de los dos.
Cuando no hay más que expresarnos,
en la espera vagamos indiferentes,
serenos en el espacio que se nos dejo,
nos mueve nuestra naturaleza,
se extiende nuestro después,
en una historia sin final.