Amor clandestino
Tú, eres todo lo que quiero, eso imploro;
y no importa si saben nuestros pasos,
y aunque hablen que vivimos mil fracasos,
nuestros labios son la hierba del tesoro.
Que no puedo estar contigo, es decoro...
la verdad, soy de todos, muy escasos:
y hoy quiero que empecemos, sin retrasos
nuestra historia de amor que tanto añoro.
Si te dejas llevar por la costumbre
o el veneno que lanzan las serpientes,
quedarás dando a ellas, servidumbre.
Y si lanzan amenazas concurrentes
al amor que negamos mansedumbre,
un día, lo sabrás porqué lo sientes.
Samuel Dixon