Recuérdame
cuando me haya ido,
y ha pesar de quererlo,
no te pueda hablar.
Recuerda mis palabras,
cuando te miraba,
Desde el silencio,
no te pueda tocar.
Recuérdame, cuando sepas,
que ya no estoy acá,
porque estaré siempre contigo,
siendo tú, mi sangre igual.
Recuérdame y sé feliz,
vive y ríe, hasta más no poder,
que yo te estaré mirando
sin estar en este lugar.