Mauri1908

Mi ciudad

En mi ciudad,

ocasos,

atestados de multitudes.

Datos innecesarios,

información hueca,

ladrones de atención 

que no la merecen.

 

Alamedas,

donde quieto mi dolor

como nenúfar

sobre lago podrido,

observa aquellas vidas,

que impasibles,

continúan hacia destino.

 

Fui yo que 

me autoconvencí

de que los días

son mágicos

cuando están

hechos de tus minutos.

Los segundos se extienden,

luego se recomponen

en tus suspiros,

entre árboles y acequias.

 

Fue mi error

pensar que

el tiempo

estaba compuesto

del color de tu iris,

que inclinado 

desparramaba matices

de deseo

sobre mis labios.

 

En la vasta ciudad común,

colmada de voces,

cubierta de ocasos

que no acusa sombras

ni colores que conmueven,

habitada por vestigios

de una princesa,

que alguna noche,

me convenció

de que todo momento

era especial.