Santiago AlboHerna

LA VEJEZ

 

El hombre no envejece

Envejece su sombra que palidece

Envejece su voz que vibra a veces

Sus ojos envejecen

que ya vidriosos no se mecen

sino que haya en el infinito se pierden.

 

El hombre no envejece

si no es solo que la piel ya no tensa fuerte

y el brillo del rostro que se oscurece

y la palma de la mano que ya no siente

y que la espalda se endurece

como un árbol indeseado

con raíces en el vientre.

 

El hombre no envejece

sino que es solo su pecho que ya no envuelve

y sus dedos que ya no huelen

y su alma, que de tanto doler ya no duele.

 

El hombre no envejece

sino es que ya su memoria inmemorial

lo atornilla al día agreste

y su ego otrora fuego

se va desvaneciendo

se va apagando lento.

 

El hombre no envejece      

sino que sus amigos se van yendo

en multitud de parcas hacia un horizonte negro

ante la mirada del ser perplejo 

mirada triste, impotente, desahuciada

vidriosa, llorosa, arrugada

una mirada atada y rabiosa

Los seres queridos se van muriendo

no solo en las palabras y los verbos

sino también en la mente y los pasatiempos.

 

El hombre no envejece

sino que son sus sueños los que se alejan

tapados con eterno silencio

entre lamentos y quejas

 

Cuando ya no se sale del laberinto

y la única compañía fiel es el vino tinto

Cuando no se percibe el viento

ni se oye su sonido

y ya no queda nada bello

y se ralentizan los latidos

y se entiende lo inexplicable

y lo importante pierde sentido

y no se valora lo amable

y retorna a la casa el indefenso niño …   

No es que el hombre se hizo viejo

no, ni tampoco que su corazón se puso añejo

                            Es solo el grito de la Esencia

                                     que nos anuncia con macabra complacencia:

                                                                         Señor, usted ha llegado ya, al final del juego.   

 

                                                                                                                                 SANTIAGO ALBOHERNA