Tus ojos, dos enigmas muy bellos.
Portales hacia tu alma silenciosa y cálida.
Plagada de ternura y cariño, el lugar más seguro donde he estado.
Tus dulces palabras acariciando mis oidos, dandome valor y fuerzas.
Como el fuego que me da luz, me llena el espíritu.
Contigo todo lo que es triste puede esperar.
Un abrazo tuyo, no hay otra cosa más que pueda desear.