Empezaré por ti.
Por el tedio de tus silencios y
el vacío de tus palabras.
Recortaré los largos pasillos a la salida.
Y me iré sin pensarlo.
Tomaré cada vaga propuesta
y la tiraré devuelta a tus pies,
justo en la bajeza de tu capacidad.
Cerraré mis ojos, para no verte más.
Voltearé mi camino para no mirar atrás.
Para que esta vez, cuando tu suplicante voz me llame…
…no me vuelva hacia ti para empezar sola, lo que era de dos.
Y no te pensaré, ya no te elegiré, dejaré de procurarte.
Ojalá fuera realidad…
… para no empezar por ti, para no amarte.