Jose de amercal

Dominio y poder

En el alma de una mujer dominante,
el poder y el control son su esencia,
cada gesto es una muestra de su presencia,
en su mirada, se revela su semblante.
 
Su firmeza es un río que no se detiene,
cada palabra es ley en su reino,
en su dominio, se teje un enredo fino,
en su amor, la pasión se entremezcla y mantiene.
 
La mujer dominante busca el mando,
en cada paso, en cada decisión,
su voz es la que guía la dirección,
en su mundo, ella es el centro y el comando.
 
En su mirada, la determinación reluce,
en su abrazo, el poder se manifiesta,
en su ser, la fortaleza es la respuesta,
una mujer dominante, al incautó seduce.