jvnavarro
DIARIO DE VERANO VI (EN DÍAS DIVERSOS)
Por donde comenzamos?
Yo comenzaría por Nerón,
y lo hago sin resentimientos,
incendió Roma
y se llevó por delante
todo lo que pudo
mientras tuvo poder
y era su yo interno
el que dirigía un imperio.
Sentado en una terraza del bar contemplo
como atiende un camarero,
con delicadeza y esmero,
mientras el energúmeno
que es atendido
parece que se cree,
por el solo hecho
de sentase a tomar un refresco,
que tiene todo el derecho del mundo
para ser un grosero.
Notas tomadas en este proceso:
- Pregunta: ¿Qué si me entiendes?
-Exclamación: ¡Qué por aquí se sirve
a los hombres los primeros!
Desenlace: que si lo llego a saber
me siento en otro merendero.
Esto es un repertorio discreto
de lo que he oído sin pestañear,
ni mover un dedo.
Todo, pienso, por dar la nota
y todo para ver
que es lo que opinábamos el resto.
de clientes del establecimiento
por allí dispersos.
Me he levantado y me ido
con mi incipiente poema
casi a punto
de salirle ya bigote y pelo.
Así se entiende
que comenzará el poema con Nerón
y continúe escribiendo
sobre otro asunto
que nada tiene que ver
con Roma ni con quien
fue su azote caído del cielo
Mañana volveré al mismo lugar
a ver si nos vemos
las caras de nuevo.
Quizás la culpa de este tipo
de comportamientos
tenga que ver con los diversos ambientes
y procesos
en los que los seres humanos
nos vemos a lo largo de nuestras vidas inmersos;
o pudiera ser el caso este en concreto
que una copa de más
produzca estos perversos efectos.
Mañana me llevaré un alcoholímetro
igual mi duda resuelvo.