Carta para Maria Carolina y Maria Gabriela
En el tiempo presente, las estrellas mas tenues se vuelven ausentes al paso de las horas, y los minutos donde somos seres oyentes que por dentro sienten tanto, el olvido de decir por primera vez un te amo, o el rincón dentro del lo que llamo corazón, se guardan sentimientos que son como notas de son, que seria de mi sin poder ver o escuchar la voz, que dice que puede ser cada día mejor, como presenciar en ojos de Maria carolina todo lo ser especial es, o ver en ojos de Maria grabriela el sonido de la verdad y ser, sin angustias ni pesar, ni arrepentimiento de vivir una y otra vez mas, que gusto ver en tus ojos Maria la felicidad y la paz, esa luz de la que hablo surge de ti y de tu ser interior que es amado, que nadie nunca diga lo contrario, pues se de primera mano que serias hoy y siempre la inspiración para quien este a tu lado, y hay de mi si pudiera a mi prima mentir, siento en sus ojos la verdad que me duele quizás admitir, seria un inconsciente o uno mas inocente, si miento no confieso que soy como el occidente, y la luz de tus ojos son el oriente Maria Gabriela sigues en mi mente presente, aun desde niños con todas las luces ausentes, se podía sentir la brisa que te alejaría, y la luz que sale de ti brillaría, aun hay tiempo, sigue dándome una sonrisa, quizás con el tiempo puedas darme la vida, y yo te devuelva la mía, todo parece complejo y lo se, seguro Maria Carolina pudiera ayudarme con toda la medicina, lo cierto es que a mi vida solo le hace falta una sonrisa, sonreír es una forma de ser feliz, y que seria de mi si no tuviera oportunidad de verlas a las dos sonreír, la amistad bonita como hoy en la noche algun día la viví, ahora todos mis amigos y mis amigas son almas con mucha vida, que van y van por la vida, el movimiento aun no es agonía aun después de horas y horas perdidas donde no encuentro la salida, solo me quedan formas complejas que de vez en cuando las convierto en dadivas, las cuales les traigo para que el presente como hoy por la noche siempre viva, en mi memoria la cual seguro algun día quedara perdida, mirara atrás y encontrare esta carta que será como volver empezar a recordar, dos bellos momentos por dos estrellas, cada una con su propia forma de ver el cielo, cada una con su propia forma de vivir por ello, cada trabajo y cada hora ya es un te quiero, el amor profundo a veces no suele ser sincero, de aqui y hasta siempre tienen de mi mas profundo amor un beso, donde siento todo lo que quiero, donde aun aprisionado el silencio, cantan todos los días con voces que leo, en ojos como los de hoy que me dicen tanto, se que suena extraño, aburrido y algo anticuado, seguramente no es para tanto, pero hoy quiero que sepan que ya las extraño, y es el motivo en esta carta decirles cuanto, por que en el tiempo presente, aun cuando las estrellas en el cielo son tenues, la luz que reflejan a sus pasos son muy fuertes, y con la honestidad que se cierne y la madrugada que aun no duerme, todo queda siempre en el presente, y el momento inmortal se siente tan presidente, que da ordenes para ser siempre omnipresente allá donde estemos, o allá donde seguro algun día nos vemos, María carolina el amor es creyente, y si crees lo tienes para siempre en el presente, este o no este ausente, seguro lo tendrás siempre pues tus ojos dicen de ser una mujer presidente, y eres tan alegre que una sonrisa tuya cambia el ambiente, Querubín nunca me dejara mentir, lo aseguro que cada que te ve lo ve venir, el momento alegre, las voces oyentes, la luz presente, el reflejo de sus ojos en tus ojos, la confianza lo es todo, y en un momento de pensar en extrañar todo lo que no pudiéramos controlar, allá arriba siempre nos mandan amor celestial, puro como el agua del mar, dulce como el rio cesar, cada agota sobre estas palabras las bendicen sin cesar, para que no haya nunca una forma de la amistad y el amor real, muera sin dejar rastro del presente donde quizás ya no estas. pero guardare para siempre estas dadivas que me recordaran mientras viva, la luz que del cielo las ilumina.
LCRNC
Para Maria Carolina y Maria Gabriela..
Son como la lluvia de estrellas..