TU NOMBRE
… y entonces escribí tu nombre en mi corazón
con latidos indelebles y eternos.
Y fue mi respirar la permanente evocación
de tu risa, haciendo eco en mi alma.
Sobre los siglos del tiempo, en las líneas de mi mano
se han dibujado trazos perfectos de tu silueta.
El aroma de las rosas, impregnando tu cabello
con el viento travieso que te busca incontenible.
Tu nombre está en todo, desde el Cielo
hasta los confines, donde es Azul se hace mirada.
Yo te leo, con la admiración de un niño
y con el amor de un hombre que, por ti, quiere ser poeta.
ANGHELUZ