Si supiera algo de poesía te, escribiría los versos más dulces y empalagosos con sabor a miel, a frutas o a café.
Te inventaría poemas que rimaran con tu piel o el color de tus ojos, con tu pelo o el universo que veo cuando sonríes.
Te compondría el más bello canto de alabanza que en cada letra adorara cada espacio de tu ser.
Pero soy un simple mortal frente a una Diosa otoñal...
Poesía a la Luz de luna.