Del rio Jordán al Mar hay estrecho
para ni siquiera llorar ni disfrutar
queda tiempo, que el Mal sospecho
no descansa excepto banderas quemar.
HAMAS no descansa como enfermedad
ni como contagia. Israel ha de defender
su territorio sin dejar de ser fatalidad
tan poco santo la guerra ni tampoco querer.
Israel a su mano santa cuida su oveja,
la pequeña gran patria con Dios su defensa,
sobrevivir en todo caso es lo que se refleja
no hay más remedio es lo que se piensa.
Israel está sola entre tanto y tanto atraco
escondido, la antisemita Izquierda constante
vigila ¡Oh Israel! que nunca el bellaco
vecino se detiene: ¡el Mal es muy petulante!*
(*): Descarado, insolente
Mayo 2.024
NACHO REY