Murialdo Chicaiza

LIBERTAD, AQUELLA DAMA

Esta dama de concreto y acero

que levanta una antorcha que no ilumina,

crea ilusiones a los vendedores de valores

y a los mortales que la temen.

Los mortales se embriagan con su nombre.

Libertad, palabra tan vacía:

la tememos y la reverenciamos,

creemos poseerla, pero nos hundimos en su misterio.

 

Libertad es esa dama que ama solo

a los luchadores por la justicia

a los seres que miran más allá de las utopías

a los hombres que destruyen toda cadena:

las reales y las imaginadas.

Libertad, no existes, pero sí los libertadores:

los seres que nos maravillan por su entrega,

los creadores de un futuro de luz.