en el crepúsculo de los sueños donde las sombras se funden con la luz la vida y la muerte bailan en un silencio ensordecedor, camino por un sendero bordado de sueños lúcidos, cada paso resuena como un eco de posibilidades infinitas. aquí, los árboles susurran secretos de existencias pasadas y futuras, sus hojas crujen bajo el peso de almas que han sido y serán
en este rincón entre mundos me pregunto ¿duermo o estoy despierto? ¿Vivo o he muerto? Las preguntas se desvanecen en el aire como suspiros en el viento. cada momento es un reflejo del otro, la realidad se convierte en sueño y el sueño en realidad, entrelazados hasta que no se puede distinguir uno del otro. Un espejismo en el que la vida es solo una sombra de la muerte y la muerte un despertar en otro sueño
es acaso este sueño lúcido en el que navego menos real que el mundo al que regresare al abrir los ojos? o es la vigilia la que se desvanece en las brumas de un sueño prolongado dejándome flotar en un limbo de incertidumbres? una paradoja de existir en ambos espacios me envuelve y me veo incapaz de distinguir donde termina un yo y comienza el otro. en este instante, en este eterno ahora, la vida y la muerte son meras palabras, etiquetas transitorias para una experiencia que es en esencia, indivisible y continua