El agua fluye y lava el destino
del que espera mojado la revancha;
es el río como la vida, se ensancha
mostrando lo bueno y lo dañino.
El agua calmada forma remolino
y la rabiosa creciente siempre frena
al sabio imprudente que enajena;
muestra al ignorante su desatino.
El río de la vida da recompensa
en sus valles ricos y abonados
al que cultive, coseche y venza.
La vida es un río transparente
que se turbia con cieno agitado;
cambia el color del alma y mente.