Me gusta deambular por las calles,
sentarme en bancas olvidadas
y vanamente buscar entre las miradas
piezas y surcos para formar la tuya.
Buscando el rayo de sol escurriendo
entre los árboles que empapa mi piel,
me acaricia como lo harían tus manos.
Busco entre timbres y líneas telefónicas
psicofonías de tu voz,
en el alboroto citadino las silabas y la risa
y en las catedrales y expiatorios
los ecos de tu silencio,
entre el asfalto y la prisa busco
el andar tus pies.
Busco entre el rocío y el pétalo tus labios
y en el calor la suavidad de tu piel,
tu figura trato de hallar en el cielo
pero está despejado,
en la sombra podría buscarte,
pero de allí vengo yo,
ahí no voy a encontrarte.
Las farolas van encendiendo
anunciando inevitable
el porvenir de las estrellas,
busco en ellas reminiscencia
de tu alma y tus pendientes,
irónico, la luz a la esperanza palidece.
Ya ha anochecido y me pierdo
en callejones inundados de niebla,
aire frío y vacías pasarelas,
no hallé de ti nada más que
en el cementerio, tu amor,
de una mujer que jamás conocí.
-Isaac Reyes