Tráfala y Aberrante
No sé de dónde sales,
ni qué quieres,
sólo presiento al desafío,
de mi mente como un eterno frío,
si sólo deseo ser feliz,
y tú no me dejas ni un deliz,
tráfala y aberrante,
sólo el techo es el cielo,
y el vuelo sólo caigo al suelo,
no sé la caída que dejas,
tráfala y aberrante,
sólo el tiempo,
está en mi cuerpo,
y el silencio en mis labios,
cuando es felonía los besos,
y son inquietante,
sólo eres un tráfala y tan aberrante,
y todo como un individuo errante…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG