Vete, antes que te lastime,
antes que mi dolor te atrape,
que mi amor, cual cruel escape,
puede herir, aunque duro te estime.
Antes que el dolor te abrume,
y mi pesada sombra te consuma,
vete, amor, que ya siento que rezuma,
en mi pecho, el mal que presume.
Vete, antes que mi amor hiera,
antes que el dolor nos venza,
que el destino no nos convenza,
y el adiós sea nuestra hoguera.