Es cierto, le perdi el miedo a la muerte
La he visto en tus ojos, la visto en tu cama
Escondida entre tus sabanas, la he visto descansando placidamente sobre tu almohada
La he visto entre tu grandeza, temerosa de sí, temerosa de ti.
Platiqué con ella y le pregunté que por qué a ti.
Buscando alguna palabra de consuelo
Agacha la mirada y con voz quebradiza me dijo ; Extraña al abuelo
No me juzguen si no derramo alguna lagrina de desconsuelo.
Vivir agradecido con las enseñanzas que me dejó la abuela es mi duelo.
Gracias a ti Abuela Mela, Saludame al Abuelo.
Y se que algun dia estaremos juntos de nuevo
Porque me enseñaste que a la muerte no hay que tenerle miedo.