Pido perdón a mí mismo, a mí cuerpo a veces decrépito,
por no hacer lo suficiente por valorar mi orgullo y mi aspecto,
por caer en la monotonía de la edad y del silencio,
por el miedo imperativo a no ser único ni distinto.
Pido perdón por no tener un criterio claro ideológico,
en mi país es tanta ahora la fuerza del populismo y del extremismo,
que como muchos no me siento identificado con ningún bando,
solo los educados, los inseguros, los que escuchan me conmueven algo.
Doy gracias a Dios a mí hijo porque me saca del egocentrismo,
hoy en día imperante a un grado tan inhumanamente tan extremo,
que me da miedo, el pensar en la vida y vivir la vida de otro ser humano,
sin duda relativiza el daño continuo a nuestro narcisista espíritu.
Pido perdón a no ser más idealista ni más generoso,
pero como la mayoría estoy encerrado en una economía de autoconsumo,
el influjo de ingresos en relacion a los gastos absorbe mi sino,
ha subido tanto la vida que es muy difícil no percatarlo y escaparse de ello.
Pido perdón a mí Dios si alguna vez le he ofendido,
mi Dios como el de muchos de mis amigos es permisivo,
no se escandaliza del pecado, ni del error , todos somos un cretino,
pero a veces me he creído por encima de ser un ser humano.
Pido perdón a no tener fuerza de atacar la ralea,
siempre he tenido miedo a denunciar la injusticia,
ser por otra parte diplomático es parte de mi natura,
la verdad no creo que exista solo es una visión sesgada , circunstancial y única.🤔