No me digas que no
porque mis sentimientos siguen creciendo por ti
y sé que algún día tú me amarás así,
siento mi cuerpo arder cada vez
que rozas mi piel,
tranquila que siempre disfrutaré de tu miel.
No me digas que no
porque contigo no quiero un simple vacilón
ni mucho menos ser un hombre gruñón
reconozco ante mis ojos que
tú eres toda una tentación
sembrándome siempre el deseo
de quitarte el pantalón.
No me digas que no
porque por ti caminaría mil millas
es probable que llegue sin zapatillas;
acompañado con dolores de rodillas,
pero el fin es robarte muchas sonrisas.
Entonces no me digas que no
porque cada día que pasa te amo más, más y más;
conmigo siempre serás especial
simplemente regálame un si,
te prometo que me esforzaré haciéndote más feliz.