Cristal de Bohemia
Aquel fatídico día: Algo se rompió como el más valioso cristal de Bohemia.
Un escalofrío de impotencia, recorrió su cuerpo casi inerte
y conoció el sabor amargo de la ira cuando menos lo esperaba.
Sus ojos se llenaron de sabor a salmuera desolada.
Nunca el dolor fue tan inmenso, motivado por un inconsciente silencio sobre los labios.