No te ofusques ni atormentes
con tormentas y con truenos
porque nacen frutos buenos
de las nueces florecientes.
No te ofusques si es que sientes
que no habrá días serenos
porque nacen los centenos
con el agua de las fuentes.
Las tormentas luego pasan,
queda el cielo despejado
y los pájaros rebasan
leves nubes que han quedado
y la vida la acompasan
con su canto enamorado.