Viniste a buscarme por la boca
Creyendo que estaría abierta
De par en par como plural.
Dos para siempre fue mi
Espada para cuestionar tu autoridad
Inmortal.
No existía mi miedo
A un abrazo certero tuyo,
Ni existía caramelo de chocolate
Que pudiera rendirse a tus ojos.
Anduve, sí, anduve en tu umbral
Pero no abrí la puerta
Si dos para siempre
Fueron mis alas y tu nota y,
Fueron mi boca que tú no tocas
Ni derrotas.
Nunca mueres porque eres vida,
Siempre palpitas sin arritmia,
Tus ecografias siempre guardan
Los mismos decimales
Que te llevan a eterna vida;
Pero dos Fueron mi coartada
Y que no lucieras toga
Y mandarme a una celda sin llaves.
Vendrás como vienes a todos,
Pero has de esperar como espera
Una enana blanca a consumir materna
Su hidrógeno.
Dos para siempre sin helio.
Andrés Lakota.