Un rocío de tristeza
y una lluvia de improviso
se coló sin previo aviso
en el alma y mi cabeza.
Y el rocío y su pureza
suavemente y muy preciso
entró al alma como quiso
y con toda su crudeza.
Pero el alma ejercitada
en las lides de la vida
siempre encuentra la salida
aunque esté muy angustiada
porque no hay nada que impida
que ella siga enamorada.