Al fin pude entender
que los taconeos de tus pasos te alejaban
con más prisa del que te trajeron hacia mí
buscando esconderte en el olvido
Comprendí que tu mirada
que antes era un fanal de amor
parecían rescoldos de negro carbón
que antes brillaban con resplandor
Tu voz que tanto me encantaba
como dulce melodía de cítara encantada
ahora se diluía en el tiempo
como velo ciego del atardecer.
Entonces tuve que entender
que solo quedaban broncas cenizas
del fuego ardiente que antes amenazaba
con incendiar nuestros destinos.
Hoy solo quedan hojarascas secas
de un jardín de amor que antes florecía
como se queman los ardientes sueños
que algún día quiso cambiar nuestras vidas.
Y entonces tuve que entender
que eres solo parte de una historia
un amor que terminó antes de empezar
una historia sin principio ni final.
Lima, 10 de julio del 2024
AUTOR: JAVIER SOLÍS
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