Cuando pensé que lo había perdido todo
me di cuenta que no tenía nada
para mi tu amor era un invaluable tesoro
que sin aviso se esfumó una madrugada.
Solitario está ahora ese valiente corazón
que en silencio vive y sus poemas calla;
sin miedo se enamoró en contra de la razón
sabiendo sin dudar que perdería la batalla.
Adosada y fija permance la realidad
con la inexistente perfección de un sueño
nada ha podico dañar la fragilidad
de un recuerdo estancado en el pensamiento.
La belleza de un amor no correspondido
en secreto atesora sus sentimientos
que fueron guardados y muy bien escondidos
como la promesa eterna de un juramento.
Daniel Escamilla.