José Ángel Pineda

Cada uno con su ritmo

Cada uno con su ritmo
ha de bailar,
al son del sonar
de los sentidos.
Que la espera
desespera
en mil latidos,
los olvidos devienen 
en quejidos.
Bailando
Bailando y dando vueltas
alrededor de las ruedas
de un compás.
Palpitaciones,
confusiones, distracciones,
vamos llegando
a los finales de la historia.
El ritmo sigue suave,
Y no se detendrá,
el corazón, sufre, sueña
sueña y sufre, goza y sueña,
al ritmo del amor.