Alexis gc

Sangre de mi sangre

Hoy la vi, pero no era ella. 

Algo estaba mal, algo se había roto. 

Era como si una tormenta se formara dentro, haciendo sus destrozos y abriendo espacio a las gotas por sus ojos.

 En el fondo, yo sabía quién era y por qué estaba así. 

Yo sabía que era ella, y cómo no reconocerla si ya llevamos dieciocho años juntos, si ha estado para mí siempre.

 ¿Cómo confundirla, si sus ojos eran los míos, si sus rasgos me recordaban tanto a mí? 

Ella era mi madre. 

Y yo solo era un mal hijo, la causa de sus esfuerzos y también de sus desvelos, era sangre de su sangre y aquella vez también era sus lágrimas.