No te vayas aún luna, te escapas en el bosque nevado y si te dejo de ver, mis ilusiones se van contigo.Ven luna, hagámonos amigas. Desde que llegué, has sido mi mejor compañía. En este hemisferio no te veo igual, tal vez porque sea invierno y te escondes muy rápido , la nieve, tan linda!! Para ver desde una ventana, al resguardo de un buen techo, aislantes y calefacción.Ray ,un hombre calvo y un tanto presumido, es anfitrión de una plataforma, es decir recibe voluntarios de distintas partes del mundo, a compartir tiempo con él.Para los voluntarios, llega hacer como unas vacaciones pagas.Ciertamente ahora nieva y no puedo salir, vine con lo más abrigado que tenía.Pero no se consigue ropa de nieve, en un lugar que no tiene estas temperaturas tan bajas.Estoy acostumbrada que cuando quiero salir, abro la puertas y salgo a la calle. Acá no, para salir a la ruta, y llegar al pueblo más cercano es necesario un vehículo.Siento que Ray, baja las escaleras, toda la casa es de madera y cruje con el más mínimo paso.El primer día como estoy habituada a madrugar, y me sintió despierta, me dijo-acá antes de las nueve, nadie se levanta- El tenía el sueño muy liviano, luego se reía, vaya saber que cara puse, porque fue intimidante.Conclusión aproveché, el silencio y la calma del bosque para dormir .Creo que no había dormido tanto,en mi vida, una osa hibernando.Los días igualmente pasaron volando.Ray era voluntario para relatar los juegos de jockey sobre hielo. Cosa poco interesante para mí, que aprovechaba para ver alguna película fuera del campo de juego. La otra voluntaria era alemana y lo acompañaba a la cabina donde el relataba. Los canadienses que vi son sumamente respetuosos, y educados, comían salchichas y el alcohol estaba controlado, únicamente para mayores de edad.Se veían familias con muchos niños que seguían el juego atentos. Los chicos, es decir los jugadores, parecen mucho más grandes por la vestimenta protectores que usan. Me quedó de recuerdo la pastilla que usan como pelota.Es increíble la velocidad que alcanzan son los patines.
Me sentía como dentro de una película, sin fin, los canadienses hablan en su mayoría inglés y el francés tiene un acento casi imposible de entender, viene hacer el francés antiguo que permaneció, con los primeros pobladores.
Volvemos a la casa, con mucho frío, Ina la otra voluntaria de diecinueve años, abre el portón para acceder a la cabaña.Cuando llego a mi recamara, miro por la ventana y se alejó la luna, le canto.Pero no la puedo detener. Cuando me despierto la veo nuevamente, resplandeciente, blanqueaba aún más por la nieve que cubría el bosque. Reflexiono, soy una afortunada por la tierra en que nací.Por mucho tiempo, critiqué a su gente, sus palabrerías.Al metiche,lo detesto y lamentablemente hay mucha gente que no tiene vida propia y le gusta y llevar chismes por doquier.
Aprendí a aceptarla, pero no necesito de ella.Sin embargo nunca tuve problema en saber lo que no me gustaba y elegía otro camino. Soy de las que cree, que siempre se puede cambiar, si se quiere.Mas hablar, es una de las cosas que más posponen al ¨hacer¨.
(rosi12)