El día me quedo a deber,
Sin darme cuenta se llegó el atardecer,
Las nubes en el cielo se agolpaban,
Las aves en los arboles trinaban.
Más de MiL veces te pensé durante el día,
El viento suavemente me hacía compañía,
Al filo del abismo me sentía,
Las sombras se asomaban y aun no te veía.
La fuerte tormenta hizo las campanas sonar,
Como anunciando que estabas por llegar,
El sol no quería ese momento dejar pasar,
Y haciendo un hueco en las nubes se asomó a mirar.
Los segundos poco a poco se fueron entretejiendo,
Uno tras otro avanzaban y los minutos fueron cayendo,
Inscrito tu nombre en el tiempo ha quedado,
el ruiseñor feliz su canto a entonado.
En el olvido quedo el día antes de conocerte,
Desde ese día mis ojos mueren por verte,
Si una grieta en el espacio quedo,
Tu bella figura completamente lleno.