Tomás Osorio del Río

Una ducha bajo la sequía

El sudor me empapa,

voy al baño

en busca del néctar, la calma,

remedio de antaño.

 

Y tanto remedio…

Llueve esa calima

a la que tanto estimo

cual intermedio

inocuo,

que torna en agua

a la irremediable anhedonia.

 

Llueven las arenas

en esa incesante sequía

cuya calma es mi ahogar

 

Langostas nos acechan

carcomiendo aquel cristal

que protege aquella sierpe

implorando su lealtad

 

Ellas dañan siendo plaga

expectante al demostrar

la ironía que hoy lamente

en duchas antes de cantar.