Todo el mal fue imaginarte
como el hada de mis sueños
sin ninguna limitante
de las lluvias, o del viento.
Y aquel triste desenlace
sin llegar hasta tu puerto
solo supo lastimarme
y de pena, casi muero.
Y sentí que se caía
todo el mundo en mil pedazos.
Se apagaron las sonrisas
como el cielo que nublado
va escondiendo el sol que brilla
y sus rayos, apagando.
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Pero nada es para siempre
ni el dolor ni la tristeza.
Hay ganancia si se pierde
y aparecen flores bellas.
Saldrá el agua de la fuente
que por clara el alma beba
y el amor cuando se bebe
calma lo que desespera.
Lo que duele pronto pasa,
pasa todo como el tiempo
o como palomas blancas
soportando el fuerte viento,
porque fuertes son sus alas
cuando van alzando el vuelo.