En el vasto lienzo del tiempo,
pintamos recuerdos en tonos de amor,
aunque nuestras sendas se bifurcaron,
mi promesa perdura, como eterno faro.
Tu nombre es eco en mis latidos,
un susurro constante en cada rincón,
y aunque la vida nos lleve lejos,
mi corazón sigue siendo tu hogar.
No hay distancia que frene mi anhelo,
ni barrera que apague este fuego,
te prometí, juré, y lo mantengo,
que siempre serías tú, mi único sueño.
Aquí estoy, sin tu abrazo,
cumpliendo la promesa del corazón,
mi amor por ti, inquebrantable y eterno,
serás siempre tú, mi eterna razón.