Iván González Martínez

A imanes

¡Hola amor!
De algo te quiero hablar,
Perenne, el refrigerador,
A imanes te suele llamar.

 

Comprensible, ciertamente.
Abre y cierra, mujer hermosa, 
A un abre y cierra deprimente
De quien busca cualquier cosa. 

 

Rubias ojeras, ojos rasgados, 
Luz tiritando de antojos
Y dejando con él recados
A quien tiene tristes ojos. 

 

Y ahora se queja, 
Nuestro fiel intermediario. 
Fresas con caras viejas, 
Vinos con tonos agrios. 

 

Desganados los dos, 
Fingimos hacernos compañía. 
Yo y mi anciana tos, 
Él creyendo que aún enfría. 

 

A imanes te sigue llamando
Un traste viejo, con dolores. 
Y yo aquí, de él hablando, 
Y aún no te he puesto flores.