Cortas ilusiones, fugaces y efímeras,
como burbujas de jabón que se elevan al viento,
promesas que se desvanecen en la neblina,
sueños que se deshacen en un suspiro.
Miran los ojos con ansias de alcanzar,
pero se escurren entre los dedos como arena,
dejando un rastro de nostalgia en el alma,
un eco de lo que pudo haber sido.
Son como estrellas que brillan por un instante,
para luego desvanecerse en la inmensidad del cielo,
dejando solamente el recuerdo de su luz,
una sombra lejana en la memoria del corazón.
Cortas ilusiones que danzan en la mente,
como mariposas que revolotean sin rumbo,
nos hacen suspirar por lo que podría ser,
pero al final se desvanecen en la realidad.
“Serl”